El día Pennac

Todas las exposiciones que se hicieron el día Pennac en clase me fueron muy útiles.
Cada grupo intento mostrar lo que le había enseñado el libro de diferentes maneras. El que más me hizo pensar fue el que nos hizo un dictado de un trozo del Quijote en euskera. En ese momento me sentí un zoquete ya que no sabía que escribir y estaba todo el rato preguntando a mis compañeros que habían dicho, en ese momento hasta el profesor se sintió zoquete.
Hubo un grupo que nos contó historias suyas, y me impacto mucho la de Andrés que se abrió a la clase y nos explicó el caso de un amigo suyo que había acabado muerto. Con este relato se hizo un silencio sepulcral en el aula y todos sentimos un escalofrío con lo que nos contó.

Nuestro grupo intentamos abrir los ojos a la gente con el tema del consumismo. Lo componiamos Alejandro Ferrer, Enrique Francisco, Borja Vidal y yo (Adrián Pastor Barceló). Leimos este fragmento del libro entre tres:

-¿Qué significa que los profes os comen el tarro?
-¿Nos comen el tarro, y punto! ¡Con sus cosas, que no sirven para nada!
- ¿Qué cosas no sirven para nada, por ejemplo?
-Bueno, todo. Las... asignaturas. ¡La vida no es eso!¿Como te llamas?
- Maximilien.
- Pues bien, te equivocas, Maximilien, los profes no te comen el tarro, intentan devolvértelo. Porque el tarro     te lo han comido ya.
- ¿Que me han comido el tarro?
-¿Qué es eso que llevas en los pies?
-¿En los pies? Llevo mis N, señor. Y aquí el nombre de la marca.
-¿Tus qué?
-Mis N, ¡llevo mis N!
- ¿Y qué es eso de tus N?
-¿Como que qué es? ¡Son mis N!
-¿Como objeto quiero decir ¿que son como objeto?
-¡Son mis N!
Y puesto que no se trataba de humillar a Maximilien hice de nuevo la pregunta a los demás:
-¿Qué es lo que Maximilien lleva en los pies?
Hubo un intercambio de miradas, un silencio turbado; acabábamos de pasar más de una hora juntos, habíamos discutido, reflexionado, bromeado, nos habíamos reido mucho, les habría gustado ayudarme, pero  era preciso admitir que Maximilien tenía razón:
-Son sus N, señor.
-De acuerdo, ya lo he visto, si, son unas N, pero como objeto, ¿qué son como objeto?
Silencio.
Luego, de pronto, una muchacha:
-¡Ah! ¡Sí, como objeto! Bueno, ¡son zapatillas deportivas!
-Eso es, son zapatillas deportivas, un tipo de calzado, bambas, chanclas, tenis, zuecos, lo que querais, ¡pero no unas N! N es su marca y la marca no es el objeto.
Pregunta de su profesora:
El objeto sirve para caminar ¿para que sirve la marca?
Una bengala ilumina el fondo de la clase:
-¡Para fardar, señora!
Risotada general.
La profesora:
-Para hacerse el vanidoso, si.
Nueva pregunta de la profe, que señala el jersey de otro muchacho.
Y tú Samir, que es eso que llevas?
La misma respuesta instantánea:
-¡Mi L, señora!
Aqui fingí una agonía atroz, como si Samir acabara de envenenarme y estuviera muriéndome en directo, ante ellos, cuando otra voz gritó riendo:
-¡No, no, es un jersey! Ya está, señor, no se muera, es su jersey, ¡su L es un jersey!
Resurrección:
-Sí, es su jersey, y aunque "jersey" sea una palabra de origen en inglés, ¡siempre será mejor que una marca! Mi madre habría dicho su pullover, y mi abuela hablaría de calceta, una vieja palabra, "calceta", pero siempre es mejor que una marca, porque son las marcas, Maximilien, las que os comen el tarro, ¡no los profes! Son vuestras marcas, Maximilien, las que os comen el tarro, ¡no los profes! Son vuestras marcas las que os comen el tarro: ¡lo de mis N, mi L, mi T, mi X y mis Y! Os comen el tarro, devoran vuestro dinero, os roban las palabras y os arrebatan el cuerpo también, como un uniforme, os convierten en publicidad viva, ¡como los maniquíes de plástico de las tiendas!

Mientras íbamos leyendo uno de nosotros fue sacando a alumnos de clase que iban vestidos de marca y al final de la lectura en el atril de clase había muchos alumnos con sus N, sus A, su Q y su P. Estuvimos debatiendo sobre el consumismo y nos dimos cuenta que las marcas también estaban comiendo el tarro a nuestra clase.
Esto es lo que más me abrió los ojos del libro, la forma de vestir. Cuando iba yo a clase, íbamos con ropa de hermanos, primos y la más barata. Ahora todos los niños van paseando su marca. Esta sociedad ha cambiado y la forma de vestir cataloga a la gente.